Epigenética: cómo tus emociones y hábitos influyen en tus genes

Epigenética: cómo tus emociones y hábitos influyen en tus genes Por Lourdes Hernando | Psicóloga (M.N 50082) Por Sol Rivera | Psicóloga (M.N 51296) Durante mucho tiempo creímos que la genética era un destino inalterable: si heredabas cierta información, nada podía cambiarse. Hoy, la epigenética demuestra que no es tan así. ¿Sabías que tus emociones, hábitos cotidianos y la calidad de tus vínculos pueden influir directamente en la forma en que tus genes se manifiestan? ¿Qué es la epigenética? La epigenética es la ciencia que estudia cómo factores externos —como la alimentación, el sueño, el movimiento y la gestión de las emociones— pueden modificar la forma en que se expresan los genes, sin alterar la secuencia de ADN. Imaginá tus genes como un piano: el ADN es el instrumento, pero la epigenética es el pianista. Decide qué teclas tocar, cuándo y con qué intensidad. Así, cada elección diaria puede afinar o desafinar esa melodía que impacta en tu bienestar integral. Las emociones también dejan huellas Desde la práctica clínica, vemos cómo experiencias emocionales prolongadas pueden alterar funciones clave del cuerpo. Por ejemplo, la fatiga emocional —esa sensación de agotamiento mental y anímico— puede activar genes vinculados a procesos inflamatorios y debilitar la respuesta inmune. No es solo un tema psicológico: tiene bases profundamente biológicas. Incluso, algunas marcas epigenéticas pueden transmitirse a futuras generaciones. La gran noticia: se puede transformar Uno de los hallazgos más motivadores de la epigenética es que muchas de estas modificaciones pueden revertirse o modularse. Mejorar la alimentación, moverse con regularidad, dormir bien, cultivar relaciones sanas y trabajar en la gestión emocional son formas reales de influir en la forma en que se expresan nuestros genes. Desde el espacio de Benvida y desde mi rol como psicóloga, queremos acompañarte a encontrar las herramientas, profesionales y recursos para que tu salud sea un proceso activo y dinámico, y no algo rígido o inamovible. La epigenética nos invita a cambiar la mirada: no solo importa lo que heredamos, sino todo lo que vivimos, sentimos y elegimos cada día. Es un enfoque que nos recuerda que somos un sistema en movimiento, sensible y con enorme capacidad de transformarse. 🔍 Te puede interesar también… Seguir leyendo…
Día Mundial del Cáncer de Piel: cuidá tu piel, protegé tu salud

Día Mundial del Cáncer de Piel: cuidá tu piel, protegé tu salud Por Marisol Otero | Especialista en Dermatología y medicina interna (M.N 106975) Hoy, 13 de junio se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Piel, una fecha clave para reflexionar sobre la importancia de la prevención y detección temprana de esta enfermedad. El cáncer de piel es el tipo de cáncer más frecuente a nivel mundial y su incidencia continúa en aumento. Aunque en muchos casos es tratable si se detecta a tiempo, ciertos tipos, como el melanoma, pueden ser letales. ¿Qué es el cáncer de piel? Es un crecimiento anormal de las células de la piel, que suele aparecer en áreas expuestas al sol como el rostro, cuello, brazos o piernas. Sin embargo, también puede desarrollarse en zonas no expuestas, como palmas, plantas o genitales. Los principales tipos son: Carcinoma basocelular Carcinoma espinocelular Melanoma (el más agresivo) ¿Por qué es importante hablar de esto? Porque la mayoría de los casos se pueden prevenir y, si se detectan a tiempo, tienen altas tasas de curación. Por eso es clave cuidarse del sol, usar protector solar y controlar la piel regularmente con un dermatólogo. Signos de alerta Es fundamental prestar atención a los siguientes signos: Cambios en el aspecto de un lunar: forma, color o tamaño. Lunares que pican, sangran o duelen. Heridas o lastimaduras que no cicatrizan. Aparición de manchas nuevas, irregulares o con bordes indefinidos. Factores de riesgo Algunas personas tienen mayor riesgo de desarrollar cáncer de piel: Personas de piel clara, ojos claros o que se queman fácilmente al sol. Quienes han tenido muchas quemaduras solares, especialmente en la infancia. Personas con muchos lunares o lunares atípicos. Antecedentes personales o familiares de cáncer de piel. Uso de camas solares o exposición frecuente al sol sin protección. Uso de ciertos medicamentos que aumentan la sensibilidad al sol. Prevención Adoptar hábitos saludables es clave para prevenir el cáncer de piel: Evitá el sol entre las 10 y las 16 h. Usá protector solar todos los días, incluso en días nublados. Reaplicalo cada 2 horas. Vestite con ropa que cubra la piel, sombreros y anteojos de sol con filtro UV. No uses camas solares. Realizá controles periódicos con un dermatólogo/a. Examiná tu piel una vez al mes frente al espejo. Cuidar tu piel es un hábito de salud. En este Día Mundial del Cáncer de Piel, te invitamos a tomar conciencia y compartir esta información. Prevenir está en tus manos, y detectar a tiempo puede salvar vidas. 🔍 Te puede interesar también… Seguir leyendo…
Cómo leer etiquetas nutricionales – Guía 2025

Cómo leer etiquetas nutricionales – Guía 2025 Por Ana Paula Minio | Licenciada en Nutrición (M.N 9791) ¿Alguna vez te paraste frente a un producto en el supermercado, tratando de descifrar esa pequeña tabla llena de números y nombres extraños? Entender las etiquetas de los alimentos puede parecer una tarea complicada, pero es una herramienta poderosísima para tener autonomía en tu nutrición. Como nutricionista, quiero ayudarte a desentrañar este misterio y que sepas exactamente qué estás consumiendo. ¿Por qué es tan importante leer las etiquetas? El etiquetado nutricional es como el “documento de identidad” de un alimento. Nos brinda información clave sobre los ingredientes, la cantidad de nutrientes (grasas, azúcares, proteínas, etc.) y el valor energético. En un mundo donde abundan los productos ultraprocesados, saber leer estas etiquetas te permite: Elegir mejor: Identificar productos con menos azúcares añadidos, grasas saturadas o sodio. Adecuar porciones: Entender cuánto estás comiendo realmente. Identificar alérgenos: Fundamental para personas con alergias o intolerancias. Comparar productos: Tomar decisiones informadas entre diferentes marcas. ¡Atención a la Ley de Sellos! En Argentina, gracias a la Ley de Etiquetado Frontal de Alimentos, lo primero que vas a ver en muchos productos son los sellos negros con forma de octógonos. Estos sellos son una alerta rápida y clara sobre el exceso de nutrientes críticos. Si un producto tiene: “EXCESO EN AZÚCARES” “EXCESO EN GRASAS SATURADAS” “EXCESO EN GRASAS TOTALES” “EXCESO EN SODIO” “EXCESO EN CALORÍAS” … ya tenés una señal de que ese alimento tiene un alto contenido de algo que deberías moderar. Además, pueden aparecer las leyendas “CONTIENE EDULCORANTES” o “CONTIENE CAFEÍNA”, con una advertencia para niños/as. Estos sellos son tu semáforo nutricional inicial, ¡pero el listado de ingredientes te da los detalles! El listado de ingredientes: primer paso para saber qué comés Acá es donde realmente vas a descubrir la calidad de lo que tenés en tus manos. La lista de ingredientes es un gran indicador del nivel de procesamiento de un alimento. El orden sí importa: Los ingredientes se listan de mayor a menor cantidad. Esto significa que el primer ingrediente es el que está en mayor proporción en el producto. Si ves azúcar, harinas refinadas, aceites vegetales hidrogenados o jarabe de maíz de alta fructosa entre los primeros lugares, es una señal de que el producto tiene una alta concentración de esos componentes menos deseables. ¡Cuidado con los “disfraces” del azúcar! El azúcar tiene muchos nombres, y los fabricantes los usan para que parezca que hay menos cantidad de lo que realmente hay. Los que más se suelen usar son: Jarabe de maíz de alta fructosa Dextrosa Sacarosa Maltodextrina Glucosa Jarabe de glucosa Fructosa Concentrado de jugo de frutas Miel de caña Melaza Si ves varios de estos nombres en la lista, sumá su presencia mentalmente. Es probable que el producto tenga mucho azúcar añadido. Grasas “escondidas”: Las grasas poco saludables también pueden tener nombres variados como, Aceite vegetal hidrogenado o parcialmente hidrogenado: esto indica grasas trans Grasa de palma, grasa de coco: altas en grasas saturadas, es mejor consumirlas con moderación. Manteca vegetal Los aditivos: esos nombres “raros”: Los aditivos son sustancias que se añaden a los alimentos para mejorar su sabor, color, textura, prolongar su vida útil, o para otras funciones tecnológicas. Generalmente, aparecen al final de la lista de ingredientes y a menudo se identifican con la sigla INS seguido de una cifra (Ej: INS-621, INS-102) o un nombre químico largo. Pueden ser motivo de preocupación (por ejemplo, algunos colorantes artificiales, sulfitos, o edulcorantes). Menos es más, y lo “reconocible” es clave: Una buena regla general es que, cuanto más corta sea la lista de ingredientes y cuanto más reconozcas los nombres que aparecen en ella, mejor será el alimento. Si ves una lista interminable de aditivos, conservantes, colorantes o saborizantes que no podés pronunciar, es probable que se trate de un producto altamente procesado y, por lo tanto, menos nutritivo. Luego, concentráte en estos puntos clave: Tamaño de la porción y porciones por envase: La información nutricional que ves en la tabla se refiere a una porción. Fijate cuántas porciones tiene el envase en total, a veces, un paquete que parece individual y en realidad tiene varias porciones. Calorías: Es el valor energético del alimento, es decir, cuánta energía aporta. Grasas totales, grasas saturadas y grasas trans: Las grasas son esenciales, pero el tipo importa. Intentá moderar el consumo de grasas saturadas y grasas trans, ya que son las menos saludables para tu salud cardiovascular. Sodio: Es la sal. Un consumo excesivo de sodio se relaciona con problemas de presión arterial. Buscá productos con bajo contenido de sodio. Hidratos de carbono totales, azúcares y fibra dietética: Los hidratos son nuestra principal fuente de energía. Dentro de ellos, prestá especial atención a los azúcares. Buscá alimentos con pocos azúcares añadidos. La fibra es tu aliada: ayuda a la digestión y te da saciedad. ¡Más fibra, mejor! Proteínas: Son fundamentales para tus músculos y muchas funciones del cuerpo. Asegurate de consumir una cantidad adecuada. Mis consejos clave para comprar inteligentemente No te dejes llevar por el marketing: Las frases como “light”, “natural”, “saludable” o “integral” en el frente del paquete pueden ser engañosas. ¡Siempre andá directo a la tabla nutricional y, fundamentalmente, a la lista de ingredientes! Priorizá lo real: Siempre que puedas, elegí alimentos frescos y sin procesar: frutas, verduras, legumbres, carnes magras, huevos, cereales integrales. Estos no necesitan etiqueta porque ya sabés lo que son. La regla del 5%: ¿Alto o bajo? Para nutrientes como las grasas saturadas, el sodio o el azúcar, un 5% o menos del Valor Diario (%VD) se considera bajo. Un 20% o más se considera alto. ¡Usá esto como una guía rápida! Pequeños cambios, grandes impactos: No tenés que volverte un/a obsesivo/a de las etiquetas de la noche a la mañana. Empezá por un nutriente que quieras mejorar (por ejemplo, reducir el azúcar) y enfocate en eso. Saber leer una etiqueta es solo una parte del cambio: también es importante desarrollar una relación consciente
Salud mental materna: claves para cuidarte y cuidar a tu bebé

Salud mental materna: claves para cuidarte y cuidar a tu bebé Por Melina Andrade Sanna | Médica pediatra (M.P 9301) Ser mamá es una revolución. De un día para el otro, todo cambia: tu cuerpo, tus rutinas, los vínculos, las emociones. Hay momentos mágicos, sí, pero también hay cansancio, dudas, lágrimas y una montaña rusa de sensaciones. En medio de todo eso, muchas veces te olvidás de algo esencial: vos también necesitás cuidados. Porque para cuidar, hay que estar bien. ¿Qué significa cuidar tu salud mental? Es darte permiso para frenar, para sentir, para pedir ayuda. Es poder decir “esto me supera” sin sentir culpa. Es saber que no estás sola, que lo que te pasa le pasa a muchas. Que no sos menos mamá por sentirte agotada. Cuidar tu salud mental no es egoísmo, es amor en acción. Porque cuando vos estás contenida, tranquila y acompañada, tu bebé también lo siente. ¿Cómo influye tu bienestar en tu hijo? Durante los primeros años, tu bebé aprende el mundo a través tuyo. Tu voz, tu mirada, tus brazos y tus gestos son su primer idioma emocional. Cuando estás emocionalmente disponible, podés responder con paciencia, sostener con ternura, calmar con tu presencia. Eso construye un vínculo seguro. Pero cuando el agotamiento, la ansiedad o la tristeza se vuelven demasiado intensos —y no hay red ni apoyo—, todo se hace más difícil. Y eso puede afectar cómo duerme, se alimenta, se vincula… incluso su desarrollo a futuro. Por eso, cuando estas emociones te desbordan, muchas veces necesitás apoyo profesional. Y si estás en etapa de lactancia, es común tener dudas sobre qué tratamientos o medicamentos son compatibles. Para responder esas inquietudes, podés leer este artículo sobre medicación segura durante la lactancia. No se trata de hacerlo perfecto Se trata de estar lo suficientemente bien. Y para eso, también vos necesitás ser cuidada. Merecés sentirte bien, conectada. No es estar feliz todo el tiempo, es tener un piso emocional firme. Saber que no tenés que poder con todo sola. Algunas cosas que pueden ayudarte: Dormir un poco más, aunque sea una siesta. Comer algo rico, tranquila. Hablar con alguien que te escuche sin juzgar. Hacer espacio para lo que te gusta. Pedir ayuda. A veces, solo eso cambia todo. Tu bebé no necesita una mamá perfecta, te necesita a vos: real, presente, humana. Y vos necesitás sentirte cuidada, sostenida, valorada. Porque mamá feliz no significa mamá perfecta. Significa mamá con espacio para ser, para sentir y para disfrutar. 🔍 Te puede interesar también… Seguir leyendo…
Más allá de la genética: Factores ambientales que envejecen la piel

Más allá de la genética: factores ambientales que envejecen la piel Por Marisol Otero | Especialista en Dermatología y medicina interna (M.N 106975) La salud de nuestra piel no depende únicamente de la genética. El exposoma cutáneo engloba todos los factores ambientales y de estilo de vida que influyen en su estado y envejecimiento. Comprender estos elementos es esencial para un cuidado efectivo. Principales factores del exposoma cutáneo Radiación solar: la exposición a los rayos uv acelera el envejecimiento de la piel y aumenta el riesgo de cáncer cutáneo. Contaminación ambiental: las partículas contaminantes generan estrés oxidativo, provocando arrugas y manchas. Tabaquismo: fumar deteriora la elasticidad de la piel, causando un aspecto opaco y envejecido. Nutrición inadecuada: una dieta pobre en antioxidantes afecta la regeneración celular y la luminosidad de la piel. Estrés crónico: el estrés eleva los niveles de cortisol, desencadenando inflamación y agravando condiciones como el acné y la dermatitis. Falta de sueño: dormir menos de 7 horas interfiere en la reparación celular, favoreciendo la aparición de signos de envejecimiento. Temperaturas extremas: el calor y el frío intensos alteran la barrera cutánea, provocando sequedad y sensibilidad. Estrategias para proteger la piel Fotoprotección diaria: utilizá protectores solares de amplio espectro para prevenir el daño por radiación uv. Rutina de cuidado antioxidante: incorporá productos con vitamina c y e para combatir los radicales libres. Alimentación equilibrada: consumí frutas, verduras y alimentos ricos en omega-3 para fortalecer la piel desde el interior. Gestión del estrés: practicá técnicas de relajación como la meditación o el yoga para mantener el equilibrio hormonal. Descanso adecuado: asegurá un sueño reparador para permitir la regeneración celular nocturna. Además, adaptar tu rutina a las condiciones climáticas de cada estación puede marcar una gran diferencia. En esta nota sobre cómo proteger la piel todo el año, exploramos qué cuidados específicos tener en cada estación. Comprender y mitigar los efectos del exposoma es fundamental para mantener una piel saludable y prevenir el envejecimiento prematuro. Adoptar hábitos de vida saludables y una rutina de cuidado adecuada, supervisada por un dermatólogo, son pasos clave en esta dirección. 🔍 Te puede interesar también… Seguir leyendo…
Fatiga emocional: cómo combatir el agotamiento del estrés prolongado

Fatiga emocional: cómo combatir el agotamiento del estrés prolongado Por Lourdes Hernando | Psicóloga (M.N 50082) Por Sol Rivera | Psicóloga (M.N 51296) La fatiga emocional es un fenómeno creciente en tiempos donde la exigencia cotidiana y el estrés crónico parecen ser moneda corriente. Aunque no siempre es visible, su impacto puede ser profundo, afectando la motivación, la estabilidad emocional y hasta el cuerpo físico. Este tipo de agotamiento psicoafectivo suele manifestarse en personas sometidas a grandes demandas emocionales: profesionales de la salud, educadores, cuidadores, padres, trabajadores en entornos laborales hostiles o personas atravesando situaciones críticas. 💭 Pero ¿Qué es la fatiga emocional? Se trata de un agotamiento mental y emocional profundo que no mejora simplemente con descansar. A diferencia del cansancio físico, la fatiga emocional afecta directamente el vínculo con uno mismo y con el entorno. Entre sus síntomas más comunes están: Sensación de vacío, apatía o desconexión emocional Irritabilidad, sensibilidad extrema o reacciones desmedidas Pérdida de motivación y de sentido Dificultades cognitivas (como olvidos o problemas de concentración) Somatizaciones: cefaleas, molestias digestivas, contracturas, insomnio 🌿 Abordaje integral del cansancio emocional Desde una mirada psicosomática, el cuerpo y la mente están profundamente conectados. La fatiga emocional muchas veces expresa lo que no se logra procesar de forma consciente. El enfoque terapéutico ideal debe contemplar múltiples dimensiones: Psicoterapia para darle nombre y sentido al malestar Intervenciones médicas y nutricionales ante síntomas físicos Terapias corporales (yoga, respiración, meditación) que favorezcan la regulación del sistema nervioso Reorganización de rutinas y límites saludables Espacios de autoconocimiento y educación emocional Incluir espacios de desconexión digital puede marcar la diferencia. Si sentís que el uso de tecnología te afecta emocionalmente, este texto sobre estrés digital y su impacto en la mente ofrece herramientas para reconectar de forma saludable. 💬 Un mensaje necesario Pedir ayuda y reconocer que algo no está bien no es una debilidad, sino un acto de fuerza. La salud emocional necesita tanto cuidado como la física. La fatiga emocional no debe ser normalizada. Si te sentís emocionalmente agotado o sin motivación, es momento de frenar, repensarte y pedir acompañamiento. 🔍 Te puede interesar también… Seguir leyendo…
¿Somos lo que comemos? El vínculo entre alimentación, emociones y estado de ánimo

¿Somos lo que comemos? El vínculo entre alimentación, emociones y estado de ánimo Por Ana Paula Minio | Licenciada en Nutrición (M.N 9791) Hoy quiero que exploremos una conexión profunda: la relación entre lo que comemos, cómo nos sentimos y cómo influye en nuestro estado de ánimo. Sí, somos lo que comemos, pero también somos lo que sentimos al comer. Muchas veces nos enfocamos en los nutrientes y beneficios físicos de los alimentos (¡lo cual es clave!), pero olvidamos el impacto emocional de nuestras elecciones alimentarias. ¿Alguna vez comiste por aburrimiento, estrés, tristeza o alegría? Eso es parte de la alimentación emocional y es completamente normal. 🌿 Alimentación consciente: nutrir cuerpo y emociones Construir un vínculo saludable con la comida implica ser conscientes de nuestras emociones al comer. No se trata de prohibir alimentos ni de sentir culpa, sino de entender por qué elegimos lo que elegimos y cómo nos hace sentir. ¿Es hambre física o emocional? ¿Qué emociones están detrás de ese antojo? ¿Cómo podemos disfrutar la comida con calma y sin distracciones? 🔑 Estrategias para un vínculo sano con la alimentación Escuchá tus señales de hambre y saciedad (proteínas y fibra ayudan a mantener la saciedad). Identificá tus “detonantes emocionales” para comer. Buscá alternativas saludables para gestionar emociones: ejercicio, meditación, hobbies. Saboreá tus comidas, comé despacio, sin pantallas ni distracciones. 🧠 Microbiota intestinal: la conexión entre intestino y emociones La ciencia nos muestra una fascinante relación entre microbiota intestinal y estado de ánimo. Billones de microorganismos en el intestino ayudan a producir neurotransmisores como la serotonina y dopamina, esenciales para la felicidad y el bienestar. Cómo cuidar tu microbiota: Reducí alimentos ultraprocesados. Sumá prebióticos (legumbres, ajo, cebolla, arroz frío). Incorporá alimentos fermentados o probióticos (yogur natural, kéfir, chucrut). 🍳 Triptófano: un aliado para la serotonina El triptófano, presente en huevos, carnes, legumbres, frutos secos y vegetales, ayuda a fabricar serotonina, conocida como la hormona de la felicidad. Incluir estos alimentos puede ser una herramienta deliciosa para cuidar tu bienestar emocional. 💬 Conclusión La alimentación no es solo nutrientes: es conexión, disfrute y bienestar integral. Aprender a reconocer las emociones detrás de la comida es el primer paso hacia una relación más consciente y equilibrada. 🔍 Te puede interesar también… Seguir leyendo…
Laringitis en niños: qué hacer cuando aparece de noche y asusta

Laringitis en niños: qué hacer cuando aparece de noche y asusta Por Melina Andrade Sanna | Médica pediatra (M.P 9301) Es de noche, tu hijo se durmió tranquilo, tal vez con algo de moco o una tos leve. De repente, se despierta agitado, tosiendo de forma extraña, con un sonido metálico, casi como un ladrido. Respira con dificultad, llora, se angustia… y vos también. Así suele empezar un cuadro de laringitis en invierno, una de las consultas más frecuentes en esta época del año. 🔍 ¿Qué es la laringitis y por qué aparece? La laringitis viral es una inflamación de la laringe, ubicada en la parte superior de la vía aérea, donde se encuentran las cuerdas vocales. Es muy común en niños entre los 6 meses y los 6 años. Su síntoma más característico es la tos perruna, junto con la voz ronca (disfonía) y, en los casos más graves, un ruido agudo al respirar llamado estridor. 🧬 ¿Por qué ocurre más en invierno? En los meses fríos circulan virus respiratorios como el influenza a y el parainfluenza, principales causantes de la laringitis infantil. Los chicos tienen una vía aérea más angosta, por eso los síntomas son más intensos. 😰 ¿Por qué genera tanto miedo? Porque aparece de forma repentina, especialmente de noche, y su presentación puede parecer más grave de lo que es. La tos seca y ruidosa, sumada a la dificultad respiratoria, genera mucho temor en madres y padres. 🏠 ¿Qué podés hacer en casa? Si el episodio es leve o moderado, estas medidas pueden ayudar: Sentá a tu hijo en posición vertical y calmalo con tu voz. Abrigalo y salgan unos minutos al aire frío o abrí el freezer: el aire frío desinflama. Usá antitérmicos si tiene fiebre, siguiendo la dosis indicada por su pediatra. Si ya tuvo laringitis antes y tenés medicación indicada para él, podés administrarla mientras esperás la consulta médica. 🚨 ¿Cuándo consultar de urgencia? Llevá a tu hijo a una guardia si: Tiene estridor en reposo (ruido agudo al inspirar). No puede hablar, comer o tomar líquidos. Se lo ve pálido, azulado o muy decaído. El episodio no mejora o se repite en la misma noche. 📌 Un consejo final No podés evitar todos los virus, pero sí podés estar preparado/a. Saber qué es la laringitis, cómo se presenta y cómo actuar hace toda la diferencia. En invierno, la laringitis se presenta con frecuencia, pero con la información adecuada, el susto puede transformarse en calma y acción. 🔍 Te puede interesar también… Seguir leyendo…
Alopecia: causas, tipos y cuándo consultar al especialista

Alopecia: causas, tipos y cuándo consultar al especialista Por Marisol Otero | Especialista en Dermatología y medicina interna (M.N 106975) La alopecia, o pérdida de cabello, es uno de los motivos más frecuentes de consulta dermatológica. Aunque no siempre es un problema grave desde el punto de vista médico, sí puede tener un fuerte impacto emocional y, en algunos casos, ser una señal de otras condiciones orgánicas. Esta afección puede afectar no solo el cuero cabelludo, sino también otras áreas con vello como la barba, cejas, pestañas o cuerpo. Por eso, identificar el tipo de alopecia y su causa es clave para iniciar un tratamiento adecuado. 🧠 Tipos de alopecia: ¿qué debés saber? Desde el enfoque clínico, la alopecia se divide en dos grandes grupos: 🔸 Alopecias cicatrizales (irreversibles): Provocan daño permanente al folículo piloso. Son menos comunes y suelen estar asociadas a enfermedades como lupus eritematoso discoide o liquen plano pilar. 🔸 Alopecias no cicatrizales (reversibles): Son las más frecuentes. Incluyen: Alopecia telogénica: caída difusa por estrés, cambios hormonales o deficiencias nutricionales. Alopecia androgenética: calvicie común, de origen hormonal y genético. Alopecia areata: caída en parches, de causa autoinmune. 📉 ¿Cuándo consultar por pérdida de cabello? Es normal perder entre 50 y 100 cabellos por día. Sin embargo, si la caída se intensifica, se prolonga en el tiempo, afecta la densidad capilar o aparecen zonas lisas sin cabello, es momento de acudir a un dermatólogo. También se debe consultar si observás escamas, inflamación o picazón en el cuero cabelludo. 🧪 Diagnóstico y estudios para evaluar la caída de cabello El diagnóstico se basa en la observación clínica, la historia médica y herramientas como: Tricoscopía: evaluación detallada del cuero cabelludo y folículos. Análisis de laboratorio: para detectar anemias, deficiencias vitamínicas, alteraciones hormonales o problemas tiroideos. 💊 Tratamientos para la alopecia El tratamiento depende del tipo de alopecia y de sus causas. Existen opciones tópicas, sistémicas y complementarias. Tópicos: Minoxidil (2% o 5%) Corticoides en loción Mesoterapia capilar Plasma rico en plaquetas (prp) Dermapen Sistémicos: Finasteride, dutasteride (en hombres) Antiandrógenos (en mujeres) Suplementación nutricional Es fundamental evitar la automedicación y acudir a un especialista para recibir un enfoque personalizado. 🙌 Conclusión La alopecia puede tratarse si se detecta a tiempo. Si notás una caída anormal del cabello, no lo dejes pasar. Consultá con un/a dermatólogo/a para identificar la causa y comenzar un tratamiento adecuado. La salud capilar también es salud. 🔍 Te puede interesar también… Seguir leyendo…
Estrés digital: cómo el uso excesivo de tecnología afecta tu mente

Estrés digital: cómo el uso excesivo de tecnología afecta tu mente Por Lourdes Hernando | Psicóloga (M.N 50082) Por Sol Rivera | Psicóloga (M.N 51296) Vivimos conectados casi todo el día. El celular, la computadora, las redes sociales y las notificaciones constantes forman parte de nuestra rutina. Pero, ¿Qué consecuencias tiene todo esto sobre nuestra salud mental? El estrés digital es un fenómeno creciente que impacta directamente en nuestro bienestar emocional, provocando agotamiento, ansiedad, trastornos del sueño e incluso dificultades en las relaciones sociales. Comprender qué pasa en nuestro cerebro frente a la sobreexposición tecnológica es el primer paso para tomar el control. 🧠 ¿Qué sucede en nuestro cerebro con el estrés digital? Desde la neurociencia, se sabe que el uso constante de dispositivos activa mecanismos profundos del sistema de recompensa: Dopamina: cada “like”, mensaje o notificación genera placer y refuerza la conducta. Sistema de recompensa: esa pequeña gratificación inmediata nos impulsa a seguir conectados, generando dependencia. Formación de hábitos: la repetición constante consolida rutinas difíciles de romper. 🔁 Conductas y síntomas asociados al estrés digital FOMO (fear of missing out): miedo a perderte algo importante en redes sociales. Necesidad de conexión social permanente: que, aunque válida, puede generar ansiedad y dependencia. Evitación del aburrimiento: usamos pantallas como escape de la soledad o el vacío emocional. Estas dinámicas pueden derivar en lo que hoy llamamos estrés digital. 🚨 ¿Cómo afecta el estrés digital a nuestra salud? La hiperconexión tiene consecuencias reales: Agotamiento mental: disminuye la concentración y aumenta la fatiga cognitiva. Trastornos del sueño: el uso de pantallas antes de dormir afecta la calidad del descanso. Ansiedad y tensión: las notificaciones constantes generan presión y necesidad de respuesta inmediata. Impacto en vínculos reales: menos tiempo de calidad con otros y sensación de aislamiento. 🛑 Consejos para reducir el estrés digital Establecé horarios para usar dispositivos: evitá el uso continuo y respetá momentos de descanso. Desconectate intencionalmente: caminá, leé, meditá o disfrutá de actividades sin pantallas. Configurá tus notificaciones: apagá las que no sean esenciales. Creamos espacios sin tecnología: como el dormitorio o el comedor. Cuidá tu descanso: evitá pantallas al menos una hora antes de dormir. 💬 Conclusión La tecnología no es el enemigo, pero usar la tecnología sin conciencia sí puede afectar tu salud mental. El estrés digital es una realidad silenciosa que cada vez afecta a más personas. Tomar pequeñas decisiones diarias puede ayudarte a reconectar con vos mismo y mejorar tu bienestar general. Recordá: la tecnología debe ser una herramienta, no una prisión. Aprender a regular su uso es clave para una mente en calma. 🔍 Te puede interesar también… Seguir leyendo…